Ulluchu: un alucinógeno olvidado?
La identificación botánica de Ulluchu, una fruta emblemática con frecuencia representada en el arte de la cultura precolombina Moche, que floreció entre los años 100-800 en la costa norte peruana, ha eludido a los científicos desde su identificación en la documentación cerámica en la década de 1930.
El estilo de línea fina de los dibujos del arte moche permite ver al Ulluchu normalmente representado como vainas con semillas o simplemente semillas que flotan en el aire en las escenas de sacrificio, asociado a los chasquis (corredores mensajeros) o sacerdotes intoxicados.
Se le representa como un fruto de apariencia acanalada, en forma de coma, con un cáliz amplio. El término apareció por primera vez sin ninguna explicación lingüística en la obra del pionero estudioso de la cultura Moche, Rafael Larco Hoyle. La identificación de la planta fue considerada como el mayor desafío que quedaba a la arqueobotánica actual en la costa norte peruana. El nombre Ulluchu parece haber sido acuñado por Larco. Según su descripción, el nombre se originó en el valle del río Virú, y, supuestamente es de origen Mochica. Sin embargo, no hay evidencia lingüística que dicho término en efecto existiera en la lengua mochica o en la lengua Yunga.
Rainer W Bussmann and Douglas Sharon, en publicación de 2009 concluyen que el Ulluchu puede identificarse como un grupo de especies del género Guarea (Meliaceae) basandose en características morfológicas. Además, el análisis de la composición química de los compuestos de la planta apoya la tesis de que se usó en un contexto de sacrificio para mejorar la extracción de sangre de los sacrificados . Los investigadores también sugieren que una preparación molida de las semillas de Guarea, inhalada, puede haber sido utilizada como alucinógeno. Sin embargo, advierten, la investigación fitoquímica más detallada es necesaria para corroborar esta última hipótesis.
Ulluchu: un alucinógeno olvidado?
Los científicos desentierran una misteriosa planta.
La búsqueda para resolver un misterio de 70 años de edad, llevó a Rainer Bussmann y Douglas Sharon al norte de Perú para entrevistar a los curanderos o médicos tradicionales, sobre una planta que parecía haber desaparecido más de mil años atrás.
Conocida como Ulluchu, la planta aparece en obras de arte del antiguo reino Moche, a menudo flotando por encima de los soldados que marchan a ser sacrificados o volando sobre los sacerdotes implicados en el sangriento rito.
Pero, si bien los curanderos han oído hablar del Ulluchu, no es algo que usan. No pueden describir la planta, y no tiene cabida en su idioma.
Tras casi ocho años de búsqueda, Bussmann y Sharon han identificado el Ulluchu y señalan que la planta podría haber desempeñado un papel clave en el sacrificio humano. No sólo parece que la planta provocó alucinaciones para los sacerdotes, sino que también ayudó a que la sangre fluya en el altar de los sacrificios.
Y en un giro sorprendente, el descubrimiento puede ser útil en modernas terapias para algunos problemas de salud de gente de edad avanzada.
"Durante los últimos 70 años la gente ha estado tratando de identificar esta fruta, pero no se pudo", dijo Bussmann, un etnobotánico del Jardín Botánico de Missouri. "Y cuando nuestro trabajo se inició, me dije a mí mismo: 'Esto no va a ser sencillo."
Para entender cómo Bussmann ha resuelto el caso del Ulluchu, hay que revisar la historia que se remonta a 1930. Fue entonces cuando un arqueólogo peruano observó por primera vez la aparición frecuente de una fruta en forma de coma en el arte de la cultura Moche, una cultura basada en la agricultura que vivió en el norte de Perú desde el año 100 al 800.
El arqueólogo llamó Ulluchu a la fruta, y los científicos han estado tratando de identificarla desde entonces. Algunos primos de papaya y el aguacate silvestre fueron propuestos en ciertas teorías que han sido científicamente desmanteladas.
En 2001, Bussmann y Sharon comenzaron a realizar trabajo de campo en el norte de Perú, hogar de los Moche.
“Ibamos a los mercados y la gente decía: 'Creemos que sabemos lo que es, pero no se está vendiendo aquí'", dijo Sharon, el director jubilado de la Phoebe A.Hearst Museum of Anthropology de la Universidad de California -Berkley. "Bueno, una de las razones por las que no se están utilizando es porque el Ulluchu aparecer durante los sacrificios. Y a nadie se sacrifica ahora".
Las excavaciones arqueológicas en la ciudad antigua Moche de Sipán, en las tumbas de “Dos Cabezas”, desenterraron restos disecados de la fruta. Y fiel a la traducción quechua del término “ulluchu” (ají-pene), la planta tiene una forma fálica.
"Rainer es un taxónomo de primer nivel", dijo Sharon. "Él estudió todas las características físicas de estas plantas hasta que él estaba absolutamente seguro de que la teníamos."
Bussmann comenzó a sospechar que su esquiva planta tenía propiedades alucinógenas. Recordaba los sacerdotes que vuelan. Uno de ellos parecía tener un instrumento que Bussmann creyó reconocer como un tubo de inhalación de tabaco.
Con él, los sacerdotes pueden inhalar las semillas de Ulluchu molidas y drogarse, y luego comenzar con los sacrificios, dedujo.
"Imagínese que usted es un sacerdote y es su trabajo es convencer a los dioses para que llueva", dijo Bussmann. "Se necesita un estimulante para acometer tal tarea."
Bussmann comenzó a sospechar de un género de plantas conocidas como Guarea que se encuentran a lo largo de los bosques de tierras bajas del Perú.Se determinó que las plantas contienen compuestos que pueden causar alucinaciones si las semillas se ingieren. Otro de los efectos de comer esas semillas sería elevar la presión arterial. Conseguir que la sangre fluya con rapidez, sin duda, ayudar a los sacrificios, pensaba Bussmann. Y eso explicaría por qué los soldados que iban a ser sacrificados parecían tener erecciones en las escenas que dibujaron los Moche. ¿Qué podría explicar esa reacción física ante la muerte que les esperaba? "Eso fue lo que realmente me prendió el foco, dice Bussmann.
Cuando se compararon las muestras de Guarea guardadas en el herbario del jardín botánico con los dibujos del Ulluchu que fueron desenterrados hace una década, supo que había acertado.
A finales de marzo de 2009, Bussmann y Sharon publicaron sus resultados en una revista científica, identificando la Guarea como la planta del misterioso Ulluchu. Hasta ahora, nada parece rebatir la identificación.
Bussmann, director del jardín botánico del Centro “William L. Brown Center for Plant Genetic Resources” de recursos fitogenéticos, planea seguir estudiando la química de la planta y sospecha que podría tener aplicaciones en control de la presión arterial y el tratamiento de la disfunción eréctil.
Mientras tanto, los arqueólogos siguen excavando en sitios de entierro Moche. Bussmann y Sharon, saben un poco más acerca de los sacrificios humanos, muchos de los cuales ocurrieron durante la época de los fenómenos meteorológicos extremos como EL NIÑO y estaban destinados a apaciguar a los dioses.
"Cuando la vida se vuelve inestable, la gente encuentra maneras de lidiar con ello", dice Bussmann. "Todo tiene sentido ahora".
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